Decidí entonces compartir mis presentaciones en Slideshare, para que pudieran repasar lo visto en clase en sus ratos libres; pero me topé con la sorpresa de que jamás los encontraban. Así abrí un pequeño blog. Muy sencillo. Sin chiste, vaya. Y surgió Mercadotecnia a Cucharadas. El nombre se lo puse porque soy una adicta a Sabines, así que lo demás es historia.
Este pequeño blog surgió como apoyo para los estudiantes de mercadotecnia, que tenían el infortunio de tenerme como maestra y así poder cumplir su objetivo de ser un buen mercadólogo, porque además de sufrir con las situaciones de la vida diaria también tenían que soportar a una maestra a la que le gustaba que sus alumnos realmente supieran mercadotecnia. Eso sí, seré neurótica pero si digo algo en mis clases es porque está fundamentado y con bases. Digamos que soy una purista de la mercadotecnia. Soy curiosa, es mi naturaleza.
Durante mucho tiempo pensé que el proyecto se quedó sólo en mis aulas, hasta que los alumnos que me asignaban en nuevos semestres me conocían de nombre porque habían visitado el blog por recomendación de otros estudiantes. También llegaban mensajes de estudiantes de otras universidades de Latinoamérica e inclusive colegas docentes que solicitaban el material, me felicitaban o inclusive (afortunadamente) me corregían algunos errores en una que otra presentación, y así me di cuenta que el proyecto iba creciendo.
Posteriormente abrí la Fanpage de Facebook, que sorpresivamente ha tenido mayor éxito tal vez que la página misma, pero el objetivo es igual: que sepan ser mercadólogos. Los pósters (no los considero propiamente memes) han sido un hit, pero tienen una característica primordial: si no entiendes el concepto base, no le entenderás la frase. Así contribuyo a que aprendan con un poco de humor.
Mi intención siempre es hacerlos mejores mercadólogos, porque en mi camino como docente y administrativa me he topado con todo tipo de charlatanes que 'disque' saben marketing y al final no entienden ni un carajo; me dolería en el alma que uno de ellos haya salido de alguna de mis clases.
Jamás he pretendido ser la mejor profesora, porque obviamente no lo soy, sin embargo sí espero que mis estudiantes sean los mejores; pero quedarme nada más en las personas que tuve en las aulas (que créanme que no se dejaban enseñar en muchas ocasiones) es algo muy corto, ahora sin querer estoy contribuyendo a que quien desee aprenda mercadotecnia.
Gracias a ti que visitas el blog por el motivo que sea, de algún modo me da satisfacción compartir lo que hago, ya que ser docente en una época como ésta no es fácil: los alumnos no valoran lo que tenemos que decir. Sin embargo gracias a la digitalización soy más escuchada por terceras personas que por mis propios estudiantes. Este año no fue fácil para mí profesionalmente, por lo que decidí dejar las aulas pero no puedo dejar de compartir la mercadotecnia y por eso continúo, porque amo el marketing y la docencia; tú me das la oportunidad de hacer lo que me gusta.